Para Dios no hay nada imposible

Cuando pensamos en cambiar, es común sentirnos incómodos. La vida está llena de responsabilidades y, muchas veces, creemos que el cambio depende exclusivamente de nosotros. Pensamos: No tengo tiempo, no tengo fuerzas, no tengo ganas, he intentado tantas veces y no lo he logrado. Pero pregúntate, ¿y si el verdadero cambio no depende solo de ti, sino del poder de Dios obrando en tu interior?

Efesios 3:20 nos recuerda algo muy importante: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”.

Desear cambiar ciertos aspectos de nuestra vida que han estado con nosotros por tanto tiempo puede ser intimidante, y sentirnos incómodos, especialmente cuando estamos cansados por intentarlo una y otra vez sin lograrlo. Pensamos que cambiar es algo que debemos hacer por nuestra cuenta. Pero pensar de esta forma nos desanima y optamos por quedarnos como estamos. Si todo dependiera de nosotros, no tendríamos esperanza y tarde o temprano fracasaríamos.

Cuando confiamos en Él, encontramos la fuerza y la dirección que necesitamos.

Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad”. Filipenses 2:13

Si le permites a Dios trabajar en tu interior, él te dará no solo el deseo, sino también el poder para hacer lo que Él planeó para ti. Esto significa que no tienes que luchar en tus propias fuerzas, sino que puedes apoyarte en Él, sabiendo que su poder está activo dentro de ti y te dará la sabiduría y las fuerzas para dar el siguiente paso. A medida que te sometas a su voluntad y sus propósitos, él te mostrará el camino, dirigirá tus pasos y te capacitará a lo largo de tu proceso.

 Si realmente deseas acceder al poder de Dios y experimentar un cambio real y permanente, te recomiendo que sueltes el control y empieces a depender totalmente de Él. Ríndele tu vida por completo, reconoce que lo necesitas y que confías en su amor y su poder ilimitado; es allí cuando experimentarás el poder transformador de su amor.

El verdadero poder viene de Él, no de tus propias fuerzas. Permite que Su Poder actúe en ti. Confía en Su poder y deja que Él transforme tu vida para siempre. Un fuerte abrazo.

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